Título: Historia de la Revolución Rusa
Autor: León Trotsky
Colección: Serie Clásicos
pág. 976 | 14 x 21 cm
ISBN: 978-987-1421-04-6
1° edición 2007 – 2° edición 2013
La revolución depende de muchos factores, uno sólo de los cuales es la estrategia. Sin embargo, en determinado momento del proceso histórico, cuando los demás elementos ya están presentes, la estrategia adecuada y sus creadores deben ocupar, más bien pronto que tarde, el centro de la escena. Es el remate de la receta el que asegura su sabor definitivo. Y si Mao descubrió la receta para la toma del poder en un país con las características de China, Lenin y Trotsky inventaron la correspondiente a uno como Rusia a comienzos del siglo XX. Quienes pretenden, a comienzos del nuevo siglo, repetir aquellas hazañas, deben reconocer la naturaleza específica del momento y el lugar y recuperar, del conjunto de conocimientos acumulados, la experiencia más cercana a nuestro presente argentino. De ahí la primacía necesaria de Octubre sobre la Larga Marcha en nuestra no menos necesaria reflexión sobre nuestra estrategia para nuestra revolución. En aquella eficacia pueden encontrarse las bases de ésta.
Hace noventa años, en el país más atrasado de Europa, en el baluarte de la reacción política, se producía el paso más audaz, el más inesperado: la destrucción del estado feudal-burgués y la construcción de una sociedad socialista. A los ojos de los grandes jefes de la Segunda Internacional, los constructores de la Rusia soviética eran poco más que un puñado de bárbaros voluntariosos de los que poco podía esperarse. […] Quienes nos ubicamos del mismo lado que esos “arribistas” de la gran política mundial, por el contrario, profesamos la más sincera de las admiraciones, en particular por el notable dúo dirigente conformado por Lenin y Trotsky. Lo que caracteriza a los bolcheviques es la eficiencia revolucionaria, una cualidad rara, sólo compartida por Mao y, probablemente, los vietnamitas y Fidel Castro. De hecho, la “vía rusa” y la “china” han sido, hasta ahora, las únicas estrategias exitosas para la toma del poder. Ese es el corazón del problema que todo revolucionario tiene por delante: ¿cómo es posible la victoria?
Sobre el autor
León Trotsky es uno de los pseudónimos más famosos que utilizó Lev Davídovich Bronstein (1879-1940). Desde muy joven comenzó a militar, primero dentro del populismo agrario y luego en las filas del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR). Durante la Revolución de 1905 fue uno de los organizadores del primer soviet en San Petersburgo. La Revolución de Febrero de 1917 lo sorprende en el exilio. Se apresurará a retornar a Rusia, donde se integra nuevamente al Soviet de Petrogrado. Entre febrero y octubre de 1917 se acerca a las ideas de Lenin, integrándose al Partido Bolchevique como miembro del Comité Central. Fue uno de los principales impulsores y organizadores de la insurrección de octubre, con la que los bolcheviques consiguieron tomar el poder en Rusia. Entre sus principales contribuciones a la construcción del Estado Obrero se encuentran la negociación de la paz con Alemania (el tratado de Brest-Litovsk) y la organización del Ejército Rojo. Luego de la muerte de Lenin, con el ascenso de Stalin, fue expulsado de la Unión Soviética. Desde el nuevo exilio organizó la oposición comunista al stalinismo, fundando la IV Internacional. En 1940, es asesinado en México a manos de un espía enviado por Stalin.