¿La selección argentina no volverá nunca más a ganar un título? ¿La presencia amenazante de los barrabravas será resuelta alguna vez? ¿Los clubes podrán resolver su quebranto reiterado? Sobre los resultados, la economía y la violencia giran muchísimas polémicas, notas periodísticas e, incluso, investigaciones. Pero si cada problema se piensa por separado, cada conclusión es parcial e insuficiente. Como un equipo cuya defensa intenta salir jugando y sus atacantes esperan envíos largos para contraatacar, las soluciones que se proponen son incoherentes entre sí.
En este libro mostramos que cada una de estas (y algunas otras) características negativas del fútbol son solidarias y se potencian entre sí. También que el fútbol argentino, insertado en un lugar menor en el negocio del fútbol mundial, no puede superar su declinación sin un reordenamiento total de la actividad que tenga como objetivo revitalizar el juego, el disfrute y la pasión.